5 de octubre de 2010

ACENTÚAN LOS CONTROLES EN LA NOCHE DE VILLA CARLOS PAZ

Los boliches comenzaron a aplicar un sistema de pulseras identificadoras para mayores de edad que los habilita a comprar bebidas alcohólicas en las barras. Se complementa con campañas de concientización y cartelería dentro de las discotecas.

Por Gastón Rossetti LA JORNADA 26 de septiembre de 2010

Parece un tema de nunca acabar. El descontrol en la noche, el exceso en el consumo de alcohol entre los jóvenes y adolescentes y los accidentes producidos por conductores alcoholizados han encontrado su correlato en los últimos años en Villa Carlos Paz. Más aún por tratarse de una ciudad turística, con lo que implica en la vida nocturna.

Desde el trágico episodio del Ford Ka en marzo de 2007, en el que murieron tres jóvenes a la salida del boliche La Estación (comuna de San Roque), las medidas de control y prevención en la noche de Carlos Paz comenzaron a intensificarse. Organizaciones no gubernamentales, los mismos empresarios de la noche, policía, fiscales y el municipio propusieron e intentaron un raid de soluciones. Algunas dieron resultados, otras duraron lo que una lata de cerveza le dura a un adolescente.

"Fue un fracaso", decía a mediados de 2009 Eduardo Giordano, dueño de la histórica pirámide de Keops en la entrada de la ciudad. Se refería a la decisión conjunta de algunos boliches de reservar dentro de la misma discoteca, un lugar exclusivo para menores de edad donde no pudieran tener acceso a bebidas alcohólicas en las barras.

Los resultados fueron escalofriantes para los bolsillos de los empresarios. Las pistas para menores lucían vacías y algunos mayores se mostraban incómodos debiendo mostrar el DNI dentro del boliche para salir y volver a entrar a la pista habilitada para consumo de alcohol.

La experiencia duró poco más de un mes y luego todo volvió a foja cero mientras los propietarios de las discotecas advertían sobre la incidencia de la previa en la conducta alcohólica de jóvenes y adolescentes.

En Carlos Paz, como otras ciudades que viven del turismo estudiantil, los denominados trasnoches permiten el ingreso de mayores de 16 años y prohíben el consumo de bebidas alcohólicas a menores de 18.

"Le estamos permitiendo entrar a una franja etaria a la que después le prohibimos el consumo de alcohol. Pero una vez que entran es difícil controlarlos", decía uno de los barman de la pirámide cuando se llevaba a cabo la experiencia de sectorizar las pistas.

Luego de aquel intento frustrado, la Policía y el municipio continuaron con los controles a kioskos y despensas para evitar la venta de alcohol a menores y fuera de horario permitido (hasta las 23). Las rondas nocturnas lograron frenar la venta pero no la previa, uno de los grandes enemigos de la noche.
Medidas.
Desde hace un mes, los bolicheros de Carlos Paz coincidieron en la implementación de un sistema de pulseras identificadoras para los mayores de edad. Así, una vez adentro, sólo quienes la llevan puesta pueden comprar bebidas alcohólicas en la barra. La medida se suma a una campaña de concientización y cartelería dentro de las discotecas advirtiendo sobre la prohibición de venta de bebidas alcohólicas a menores."A la entrada de boliche se le pone una cinta inviolable a los mayores para que el barman no pierda tiempo pidiendo documentos. Directamente se vende alcohol sólo a quienes la lleven puesta", explicó Giordano.

No obstante, no todas las discotecas la llevan a cabo de igual manera. el fin de semana pasado, Molino Rojo fue clausurado por vender bebidas alcohólicas a menores.

Personal policial detectó a dos mujeres de 15 años consumiendo vino espumante mezclado con energizante.
"Habíamos acordado la implementación de las pulseras con los empresarios. No sé qué sucedió en Molino Rojo que no se estaban usando", dijo a La Jornada el Comisario Mayor Gustavo Godoy de la Departamental Punilla. Esa misma noche también se labraron actas a los pubs Stefani Webers y club Dub por cerrar sus puertas y vender alcohol más allá de las 4:40 de la madrugada, el límite impuesto por ordenanza.

La nueva medida ha disminuido considerablemente las posibilidades de consumo de menores dentro de los boliches y se estima que sólo en Keops se repartieron unas 4 mil pulseras en este mes.

Aún así, Giordano advierte sobre las previas.
"La medida es muy positiva. Pero no hay que dejar de lado que incentiva aún más la previa. Porque los chicos de 16 y 17 años directamente no pueden consumir alcohol dentro del boliche y lo hacen antes de entrar. Es una franja a la que debemos controlar porque representan casi el 50% del total de jóvenes que salen a bailar todos los fines de semana", expresó.

Por el momento, tanto la Policía como el área de Inspectoría General del municipio señalaron que los controles a comercios y en la vía pública serán profundizados en las próximas semanas. No obstante, no se descarta la implementación de nuevas medidas de cara al futuro.

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